Calor sofocante,
el son del riachuelo
entre las rocas.
"Las mejores y más bellas cosas en el mundo no pueden verse, ni siquiera tocarse. Ellas deben sentirse con el corazón" Helen Keller.
Ryunosuke Akutagawa nació el 1 de marzo de 1892 en Tokio, en el seno de una familia de comerciantes. La locura de su madre, le condicionó psicológicamente para toda la vida. Fue un niño enfermizo y nervioso, que leía libros incesantemente en las bibliotecas públicas.
Escritor activo en el
Japón del periodo Taisho, se le considera el "Padre del relato
corto japonés", y destaca por su estilo soberbio y sus
historias finamente detalladas que exploran el lado más oscuro de la
naturaleza humana.
Muchos
de sus relatos son de ambientación histórica, para lo cual recurrió
al patrimonio de la literatura, la mitología y la fábula, no sólo
japonesa, sino también china, hindú e incluso occidental,
reconstruyendo libremente situaciones y temas
Akutagawa publicó su primer relato corto, Rashōmon, en la revista
literaria Teikoku Bungaku siendo aún estudiante. La historia, basada
en una fantasía del Japón de finales del periodo Heian, con un
agudo toque de drama psicológico, fue aclamada por la crítica y por
el célebre autor Natsume Sōseki.
Animado por los elogios,
Akutagawa se consideró a partir de entonces discípulo de Sōseki, y
comenzó a visitar al autor para las reuniones de su círculo
literario todos los jueves.
Fue también en esta época cuando
comenzó a escribir haiku bajo el seudónimo Gaki.
En 1918 se casa con Tsukamoto Fumiko. En esa etapa es cuando el autor vive su momento más prolífico, aunque vive obsesionado con la enfermedad de su madre por miedo a que fuera hereditaria.
El
día que empezó el otoño
Tenía una caries en el diente
llena
de plata.
Ráfagas
invernales:
en la sardina aún perdura
el color del océano.
Crisantemos
blancos:
también en la fragancia hay
luz y sombra
Otoño
temprano...
al agarrar un saltamontes,
¡qué suave se
siente!
Incluso
el conejo
se le cae una oreja...
¡calor de pleno verano!
Me
moquea la nariz
en todas partes, excepto en ese lugar,
cae el
crepúsculo.
A
partir de 1923 la salud de Ryunosuke decae. Durante
el último año de vida, padeció manía persecutoria, alucinaciones
acústicas, dolores de cabeza y no salía de su habitación, que
mantenía a oscuras día y noche. Ryunosuke Akutagawa se suicidó el
24 de julio de 1927.
Fue
reconocido en Japón con la fundación en 1935 del Premio
Akutagawa,
el galardón más codiciado por los autores de ficción.
Ya es primavera
en el monte, los pinos
gotean resina.
No borres mis pisadas
de sandalias de paja
brillante escarcha.
Primera rana:
porta al dorso su cría
con la cabeza gacha.
Roja es la luna,
se esfuman los murciélagos
por herbazales.
Luce y reluce
la luna: limpio aroma
de hoja caída.
Asuka
Nomiyama (1917-1970) fue un poeta japonés de Nōgata (prefectura de
Fukuoka) alumno de Takahama Kyoshi (1874-1959). Se unió al grupo
Hototogisu en 1945. Siempre con mala salud, murió por
complicaciones de una enfermedad pulmonar el 26 de febrero de
1970.
Entre sus principales colecciones se encuentran Manjushage
('Lirios rojos') de 1950, Tenba ('El caballo alado') de 1954 y Unmei
('Destino') de 1962.
que
vasta es la tierra
después del atardecer -
la Vía
Láctea
el cielo vacío
después de la caída
de las flores
lirios rojos
el peso de la
Biblia
sobre mi pecho -
los pájaros en las nubes
.
las
nubes
similares a las llamas -
flores de magnolia
tristeza
primaveral -
una ciudad sin gente
un mar sin peces
En la tierra como en el cielo
los ciruelos florecen
y
yo toso.
Se
acaba el otoño.
Sigo
el camino
hacia
mi interior.
Reverberan
las
cigarras de los pinos.
Cruza
su hilo una araña.
Shīnomoto Saimaro (1656-1738) fue un poeta japonés de la era Edo. Antiguo alumno de Ihara Saikaku (1642-1693), estudió más tarde con Matsuo Bashō (1644-1694). Pasó los últimos años de su vida en Osaka, donde murió el 2 de enero de 1738.
llega el otoño -
es el
agua que separa
la sombra de los pinos
flor de paulonia
ahí
está
entre los árboles
una amapola
ha
puesto en exhibición
sus hermosas arrugas
la solapa del
cuello
por primera vez es roja
flores de granada
Por un gato
jovencillo
está siendo olisqueado
el sufrido caracol.
En la lluvia de
verano,
las hojas del ciruelo
son del color de la brisa fría.
Desbordante de amor
el
gato tan coqueto
como una cortesana.
Siguiendo el río
la golondrina vuela
como fluyendo